Examine Este Informe sobre reina valera salmo 23
Y mi oración regresó a mi propio seno. La oración nunca se pierde; si no bendice a aquellos por quienes hemos intercedido, por lo menos bendice a los intercesores. Las nubes no siempre dejan caer la afluencia sobre el mismo punto de donde asciende el vapor, sino que riegan otro zona; y, incluso Ganadorí, las súplicas de individuo u otro lugar